domingo, 31 de enero de 2016

Mi extraña relación con la tecnología

He de reconocer que me gusta la tecnología. Tengo ordenador, tele, móvil, equipo de música, etc. que les doy uso. Cuando tengo que comprar algo no suelo ir a lo más barato sino que prefiero ir a algo más costoso pero que cumpla mis expectativas. Porque hay algo que intento de todo lo que me compro: que me dure muchos años. Por ejemplo, mi coche tiene 17 años y ni intención de cambiarlo hasta que se rompa (y lleva un mantenimiento que ya quisieran coches más modernos).

Porque todo lo que tengo lo uso hasta la extenuación. Cuando me mudé al piso en el que vivo ahora, me traje una tele de tubo de mis padres con quince años a cuestas. Con un portátil con más de diez años a cuestas y un par de cables de audio y vídeo, me fabriqué una "Smart TV" y tirando.

Por otro lado, siempre me ha gustado planchar mientras escucho música. Volví a fabricarme un equipo de audio con retales de cacharros que ya tenía por casa: una fuente de corriente continua regulable, un radiocassette de coche y unos cuantos cables. Comprando unos altavoces de coche por 50 € y un par de tardes cableando, tengo el equipo montado.

Luego ya está el tema de grabar las cintas. Ahora todo está en formato digital, tengo un radiocassette con 20 años a cuestas y entrada "Line-in" enchufada al portátil (éste ya modernito). Se graban con el Winamp y tirando, teniendo cuidado, eso sí, con los sonidos del Windows, que si no se graban también mezclados con las canciones. Por cierto, hoy en día ya es muy difícil encontrar cintas vírgenes nuevas.

Aunque algunas veces ya sucumbo a las modernidades debido a las presiones de familia y amigos. Estas Navidades, un par de amigos me regalaron un Apple TV. Este cacharro se enchufa a la tele con un cable HDMI, pero las teles de hace quince años no traen dichas modernidades. Así que me puse a dar vueltas por todas las tiendas del pueblo y de la capital buscando un cablecillo para poder adaptarlo, cosa harto difícil. Al final, mis amigos, hartos de mi cabezonería, aparecieron por la puerta de casa con una tele nueva.

Al final, la pobre tele de tubo acabó en una asociación que recogen aparatos y cosas que la gente no usa para venderlo a buen precio. Espero que ahora alguien la esté disfrutando.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Video killed the radio star - Buggles.


A raíz de todo esto, ¿soy el único que se acuerda de este anuncio?

domingo, 17 de enero de 2016

Versiones y perversiones XVII

Hoy nos vamos a 1974. Ese año, la cantante de la que se ocupa esta entrada graba una canción compuesta por José Luis Perales. El tema es un fracaso y nuestra protagonista cambia de discográfica... Pero Carlos Saura decide incluirla en la banda sonora de su película "Cría Cuervos" un año después y todo cambió.


Fue un éxito en todo Europa. La versión en francés fue número 1 en el país galo y Suiza, el autor la grabó en 1990 (prefiero la original) y la carambola provocó un conflicto entre casas discográficas considerable.

Con ese éxito, es normal que saliesen versiones en diferentes idiomas. La primera que reseño (hoy hay dos) se grabó enn 1977 en alemán por una tal Sabrina (atención a la germánica portada del single).


Pero la cosa no quedó ahí, ya que su relevancia fue tal que atravesó el Telón de Acero hasta la URSS, dando lugar a otra versión en ruso a cargo de un grupo llamado "Vesyolye Rebyata" (que se debe traducir algo así como "Jóvenes Alegres", un nombre muy al gusto comunista):


Me da la sensación de que por allí también fue un éxito, a tenor de las versiones que se ven por Youtube de esta última versión.

sábado, 9 de enero de 2016

Postureo mariliendril

Antes de nada, no me termina de convencer usar la palabra "mariliendre" pero no encuentro un sinónimo más neutral y algo menos despectivo. Mi dominio del vocabulario no llega tan lejos, así que lo dejaremos tal cual.

Las Navidades por estos entornos rurales tienen una singularidad: se llenan de amigos, primos y hermanos de amigos que trabajan todo el año fuera y vienen a pasar las fiestas a casa. Es por ello que, a las celebraciones de las fechas señaladas que se pasan en familia se añaden entre medio otras muchas con amigos y primos de éstos o hermanos.

Este año se nos ha juntado el primo de un amigo en un par de ocasiones. Nunca ha vivido aquí y sólo viene de vez en cuando a ver a la familia. Esta persona es abiertamente gay, más abiertamente de lo que yo lo soy. Además lo exterioriza mediante una relevante pluma. Yo no me estoy mirando en el espejo todo el día para controlar mis gestos o saber como hablo, y no soy consciente de la pluma que tengo pero, en cualquier caso, la suya es bastante más explícita que la mía (si es que la llego a tener). En principio no es una cosa que me condicione a la hora de tratar con alguien y, de hecho, en los momentos que estuve con él no hablé de mi orientación sexual en ningún momento. Por mucho que sea algo que tengamos en común, apenas lo conozco y no tengo la confianza suficiente.

Es pro eso que me chirría bastante el comportamiento de una amiga del grupo de la que ya hablé en su momento. En cuanto se enteró que venía, todo su interés por quedar se ceñía y condicionaba a que estuviese presente el primo. Si no, pasaba. Luego ya, cuando estábamos todos, lo agarraba por banda al pobre y no lo soltaba ni a sol ni a sombra.

Yo puedo entender que hay gente con la que puedas tener una mayor afinidad, pero es que mi amiga la mariliendre lo habrá visto un número de veces que se podría contar con los dedeos de las manos. De hecho, no creo ni que tengo su número de teléfono ni se ponga en contacto con él más que cuando viene. Entonces, ¿a qué viene ese comportamiento? ¿Es que, quizás, le guste ir de moderna y fardar delante de sus amigas de tener amigos gays? En cualquier caso, me chirría mucho.

Por cierto, a mí ni se me arrima.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy:  Son de Amores - Andy y Lucas (sí, es espantosa pero no me negaréis que es todo un himno mariliendre).