Una vez pasado el trance con el mendigo del cajero y el día de playa, monté el tinglado en el camping por la noche y, al día siguiente después de desayunar y organizar un poco limpieza y comidas, me dirigí a la la playa. El camping tiene un ambiente bastante familiar, con una playa grande a dos pasos que no está excesivamente masificada, pero a mí me gusta ir a una cala más salvaje, rodeada de un pinar protegido y sin construcciones alrededor.
Como ya había comentado en la anterior entrada, en dicha playa se practica el nudismo, aunque hay gente con bañador. El ambiente en dicha playa era bastante heterogéneo: hombres, mujeres, niños, gente sola, familias, etc. Sin embargo, mi radar también saltó unas cuantas veces, aunque no esté ni de lejos tan evolucionado como el del mendigo.
La primera fue cuando llegaron dos chicos y una chica que se sentaron a mi lado. En cuanto los vi a ellos dos con la ropa conjuntada y las gafas de sol a juego, no me quedó duda que el verso suelto de los tres era ella. Luego ya, al tenerlos a mi lado y escuchar la conversación, se confirmaron mis sospechas.
La segunda es cuando vi a dos chicos practicando nudismo y bañarse muy juntos. No quiere decir nada, pero a mis amigos heteros "de mariconadas las justas" no los veo yo metidos en el agua en pelota picada y así de juntitos.
A lo largo de los días vi alguna pareja más, lo que me llevó a mis habituales comeduras de cabeza. Igual hubiera estado bien intentar conocer a alguien o quedar a través de alguna aplicación para pasar el día, pero me eché para atrás.
La principal razón es que, ahora quedo habitualmente con otra persona cerca de donde vivo. No es que se pueda decir que tenga una relación seria, pero es cierto que tenemos algo más que sexo. Hablamos de muchas cosas, pero nunca hemos hablado abiertamente de qué si estamos o no estamos con otra gente. En mi caso no ha sido así, porque no he tenido necesidad hasta que estuve en la playa varios días solo. Si por su parte no ha sido así, no tengo nada que reprocharle, no soy particularmente posesivo.
Eso me produce una inseguridad tremenda, porque no sé en qué punto las cosas pasan a ser una infidelidad o bien se sigue el principio "Don't ask, don't tell". En cualquier caso, yo prefiero ir sobre seguro pero a veces pienso que por un principio de fidelidad estúpido me estoy perdiendo cosas, más aún cuando igual hasta me vienen bien para quitarme ese carácter apocado y tímido que llevo encima.
Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Nothing Left to Lose - The Alan Parsons Project.