En estos días de hiperconexión tenemos choricientos "amigos" (nótense las comillas) de los que nos llegan sus opiniones sobre todo. Gracias a estas nuevas formas de comunicación, de un tiempo a esta parte ha aflorado un nuevo especimen que antes estaba más oculto: el Sueltabilis.
El Sueltabilis es aquel que constantemente se está quejando de todo y de todos. El es el más agraviado por todo. Cree tener menos derechos que nadie, es el más afectado por la crisis o a él le recortan sus libertades individuales más que a nadie (aunque no tenga en cuenta la forma en que afectan sus propias decisiones al resto de los humanos). También se quejan de lo mal que se vive en estos días, que en el pasado todo era mejor, aunque esté constantemente usando herramientas para llorar de todo que en esos tiempos añorados ni se imaginaban.
Otra característica del Sueltabilis es que se cree en el derecho de opinar de cualquier cosa aunque no tenga ni idea de lo que dice, pero es incapaz de tolerar ni escuchar las opiniones de los demás. No son capaces de entender que la libertad de expresión es un camino de dos vías. Suelen utilizar con frecuencia el mantra "Soy una víctima de lo políticamente correcto", que es una forma sutil de decir que todo aquel que no piense como él es directamente imbécil.
Antes era capaz de respirar hondo cuando tenía un Sueltabilis al lado pero mis pulmones ya están saturados, así que he tomado la decisión de alejarme más de esa gente. A ver si con un poco de suerte el día que por fin se corten las venas no me pillen a su lado y me salpique su sangre. Porque cada vez estoy más convencido que ese tipo de gente es muy tóxica y se merecen el ostracismo puro y duro.
Pseudoalucinación parasitaria de hoy: La otra mejilla - Tahúres Zurdos.