Una vez he ido escribiendo más párrafos en este blog me voy dando cuenta que la mayoría de las entradas están infectadas con un cierto tufillo de tristeza. Supongo que no es grato estar leyendo quejas y lamentos constantemente, pero un comentario en el blog de Christian me ha hecho reflexionar, más si cabe, sobre lo que escribo y transmito.
Mi cabeza es una especie de máquina llena de engranajes que no para de expulsar pensamientos, y que no hay manera de pararla. Piensa en lo despacio que va todo o en lo difícil que es relajarse en las relaciones personales cuando van más allá de lo que estás acostumbrado y se adentran en terrenos desconocidos para mí. Además, mi situación laboral que mantiene muchos otros proyectos parados tampoco ayuda.
Sigo sin tener conocidos en los que confiar mis dudas y miedos dentro del mundo gay. Hace casi un año que he salido del armario con mi familia y amigos más cercanos y fue bien pero mis padres no hablan para nada del tema. Me imagino que no saben como abordarlo porque son tan abiertos en ese aspecto que harían sentirse cómodo a cualquier homosexual que los conozca un poco. Pero supongo que una cosa es una persona cualquiera y otra tu propio hijo al que le ha costado 34 años asimilarlo. Sea lo que sea, tampoco quiero dar muchas pistas de mi estado de ánimo. Con mis amigos hablo algo más, pero no paso más allá de lo superficial y frívolo.
Es por eso que la mejor vía de escape que he encontrado es este blog y es por eso que muchas veces los posts que publico giran en torno a lo mismo, pero necesito sacar ciertas cosas. Espero que los que ahora leeis no os canséis de ver quejas y lamentos, no es mi intención el caer en el victimismo. Y, por mi bien, ojalá pueda escribir cosas más optimistas en el futuro. Ya he salido de otras muchas y ésta no va a ser menos.
Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Sigourney Weaver - John Grant.
Es normal que uno está pasando una mala racha salgan estas cosas porque se te han juntado unos cuantos asuntos. En cualquier cosa gracias por compartirlas con nosotros, ya verás como cuando pases a tener una racha mejor todo cambia.
ResponderEliminarAbrazotes.
Ese es el problema para mí: tiene que llegar la buena racha pero no quiero caer en el victimismo y la autocompasión. Mientras tanto, una buena herramienta es descargar según que cosas aquí. Lo que me da miedo es que el que me lea piense que voy de víctima cuando intento moverme para buscar soluciones. Considero totalmente entendible que personas así os resulten cargantes.
EliminarUn saludo.
pos yo digo al demonio los demas y tu escribe y se reiterativo hasta que todos esos pensamientos y demonios o lo que sea salgan y lo dejen a uno ligerito ligerito. yo tmb tiendo mucho al dramatismo, ejeje aveces me da pena por que sin duda, yo no soy asi, tan triston, pero caray, tampoco tego muchos amigos o estan lejos, que mejor que el blog para expulsar mi sentir, sino, mi mundo se colapsaria jeje.
ResponderEliminarsaludoss
Por supuesto que sí, el blog es una herramienta maravillosa de desahogo. Lo que me preocupa es transmitir la imagen equivocada de que me paso el día amargado en mi cuarto cuando las cosas no son así. Paso mis momentos buenos y mis momentos malos, como todo el mundo.
EliminarUn saludo.
No me extrañas que lo sientas así.
ResponderEliminarYo también he sentido ( y siento ) que cuando hago alguna referencia a mi estado de ánimo ( y solamente si este es negativo ) parece que estuviese reclamando el apoyo, el cariño y la atención ajenos, y casi inmediatamente mee siento como en la necesidad de pedir disculpas...¿pero porqué? ¿es de peor gusto el hablar de tí cuando estás mal que cuando estás bien? ¡pues ni hablar, hombre!
Tú lo dices, el blog es un vehículo de desahogo y cuando te planteas su uso es para hacerlo desde la absoluta libertad. Es tuyo y crece y se transforma con lo que pones en él de tus sentimientos en forma de palabras y la mejor manera de mantenerle es darle cariño y poner lo que te apetezca poner sin pensar en más.
Además, ¡yo te veo más positivo!, o por lo menos lo último que he visto o leído viniendo de tu parte me ha hecho sonreir y hasta reir, así que ya verás como pronto eso que dejas por otras partes también acaba encontrando su espacio aquí.
Que seguro cuando la vida te sonría y disfrutes amor, trabajo y todo lo demás, te olvidarás de la blogosfera y estará bien que así sea porque las buenas cosas merece más la pena vivirlas que contarlas.
Y mientras quieren llegar los buenos tiempos, te seguimos acompañando ;)
Es que hay una cosa que debes temer más que mis posts bajoneros: mis sugerencias musicales. De hecho luego voy a juntar Halloween con Sabrina Salerno, jajaja.
EliminarEs cierto que el blog es mío y lo moldeo yo, pero cierto es que me gustaría escribir de una manera más positiva. El problema es que las cosas no salen sólo de la cabeza sino un poco también del corazón.
De todas formas me alegro de que veas algo de positividad. Los tiempos no es que sean tan malos, el problema es que los problemas que tengo que superar se están enquistando demasiado en el tiempo.
Un saludo.
Como ya te han dicho, es lo normal, y a quién no le guste que no mire, o en éste caso, que no lea, escribir todo lo que te pasa por la cabeza ayuda a ordenar todo ese follón de pensamientos con lo que es un ejercicio super útil, aunque en mi caso, verbalizarlo me ayuda aún más, porque ahí no tienes tiempo para pensar, borrar, volver atrás, todo va saliendo de dentro, como realmente lo piensas y lo sientes, lo escupes y te libera, por eso creo que sería importante encontrar alguien con quién hablar, bueno si eso ya lo dices tú, tampoco es que te esté descubriendo América, estoy seguro que lo acabarás encontrando.
ResponderEliminarMucho ánimo, ya veras como vamos para arriba.
Cierto es, ayuda mucho. Pero eso debe ir acompañado de otras cosas que ya no sé si dependen tanto de mí y se están tomando las cosas con calma.
EliminarUn saludo.
No tengas miedo a confiar en alguien cercano, que seguro que lo tienes aunque no te hayas dado cuenta. Pero vamos, mientras tanto, tú escribe lo que quieras, que para eso el espacio es tuyo.
ResponderEliminarNo puedo evitarlo. Ya he salido del armario con mi entorno más cercano pero aún no tengo claro cuán incómodo les puede resultar hablar de ciertos temas. Por lo pronto, a mí mucho.
EliminarUn saludo.
Bueno, cómo tú mismo dices, si ya has salido de otras, ¡también de esta saldrás! Me parece muy buena referencia, sin perder el sentido de la realidad (eso de "como supe dar pegamento a esta foto para este carnet y quedó bien, voy a construir una nave espacial" no es realista).
ResponderEliminarA ver, puede no ser fácil para todo el mundo, al menos al principio, hablar de algunas cosas. Puede que para ellos también sea la primera vez que se vean en una de esas. Pero, piensa, si tú no has cambiado, si sigues siendo igual que antes, y si la gente que te rodea (como sería lógico, normal y deseable) tampoco ha cambiado su concepto de ti y te sigue apreciando,... esa barrera acaba cayendo. Igual a través del humor frívolo, al principio, no sé. Igual de una forma un poco más brusca, a lo más vale una vez colorado que ciento amarillo. Lo importante: cualquier hielo se puede romper y derretir.
Mañana lleva noviembre en la puesta al día... y ¡feliz Navidad!
En el futuro, espero ver este post comlo algo pasado y lejano.
EliminarLo cierto es que sigo comiéndome la cabeza con muchas cosas, pero voy viendo que no son las mismas que hace meses. Eso puede ser un avance.
Feliz Navidad a ti también.