Los que habéis seguido el blog desde el principio sabréis de mis problemas laborales, que se acabaron hace ya casi tres años. Desde entonces, por fin he encontrado una dirección que me gusta y que me apetece seguir. Me ha costado pero por fin me voy centrando. Además, soy una persona con grandes inercias. Me cuesta decidirme en hacer cosas pero una vez que lo hago voy a por ello y me cuesta cambiar de dirección. Es por ello que cuando aparece una persona en mi vida no soy de los que le da la vuelta de arriba a abajo en un instante.
Hace unos meses conocí a una persona con la que estuve saliendo unos tres meses. Desde el principio lo definimos como una relación seria. Sin embargo, me costó encajar el estar con él con el resto de mi vida, lo que me llevó a momentos de agobio. Además, como he comentado antes, tengo planes de futuro que no acababan de encajar con esta otra persona. No quita que luego puedan cambiar, ir encajando poco a poco, pero pararlos o modificarlos de repente no me entusiasma mucho, ya que si la relación no funciona parece que te pasas la vida sin seguir una dirección, sino que vas dando tumbos. Eso no me gusta; ya he pasado por ello y pasado es, no quiero que vuelva.
El caso es que vio que no congeniábamos y decidió dejar la relación, cosa a la que yo no puse objeción dado mi agobio y, para evitar parecer que reprochaba algo, no pedí muchas explicaciones. Decidimos mantener la amistad, y en algún momento él tuvo la sensación de que se había equivocado, pero luego ya se dio cuenta que no. A mí también me surgieron dudas, pero quizás me doy más tiempo para tomar mis decisiones y de puertas afuera da la sensación de que no.
Es por eso que me da la sensación de que necesito unos tiempos mucho más grandes que otras personas. No soy de flechazos instantáneos y a priori no puedo ofrecer un plan de vida de buenas a primeras. Así que llevaba un tiempo pensando que me voy a quedar vistiendo santos o adoptando gatos el resto de mi vida.
Sin embargo, en los dos días playeros que pasé la semana pasada conocí a otra persona con una vída y una filosofía muy similar a la mía, lo que me hizo ver que no soy tan bicho raro como pensaba y eso me reconfortó un poco.
Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Only your best friend - Krisenka Finley.
Ay que canción más bonita la pseudoalucinación de hoy, me ha sonado preciosa, y eso que de la Kinsenka esta no tenía noticia hasta hoy. ¿Suena un poco como "country" o son imaginaciones mías?
ResponderEliminarEn cuanto a lo demás, pues más allá de la forma de enfrentar y gestionar las relaciones, yo creo que lo más positivo es que conoces gente, vives, pruebas, experimentas, etc. No sé, lo poco que personalmente me ha aportado mi -escasa- experiencia es que lo que hay que hacer es limitarse a vivir el instante presente sin plantearse mucho las cosas y si van bien, disfrutarlas mientras duren. Que es mucho tiempo, mejor, y si es poco, pues no sé, tampoco hace falta que una experiencia o una relación tengan una duración larga para aportarnos mucho personalmente. De todos modos si con tan poco tiempo ya empezabas a sentir agobio pensando en una relación a largo plazo con la otra persona, es probable que hicieses bien en dejarlo en el punto en donde lo dejaste...pero vaya, a mi ni caso,que tengo menos tiros pegados que una escopeta de esas de juguete que llevaban el corcho colgando de un cordel en la punta.
¡Feliz semana!
Creo que en algún comentario en tu blog te sugerí la canción "El Socorrista" de la misma cantante. Krisenka (lo escribí mal y ya lo he corregido) es aragonesa, pero fue a estudiar inglés a Irlanda y se enamoró de la música folk de ese país, así que no vas desecaminado.
EliminarSobre el tema de las relaciones, cada vez tengo mñas claro que, como bien dices, hay que vivir el presente y que las cosas es mejor que fluyan sin forzarlas. Y, de todas formas, tampoco creo haber pegado más tiros que tú y tu escopeta de feria, jajaja.
Un saludo.
Yo creo que en este mundillo, todos en algún momento que otro nos sentimos "bichos raros". Un saludo.
ResponderEliminarEl problema es que el abanico de las rarezas es tan amplio que cuesta coincidir con alguien con las mismas que tú.
EliminarUn saludo.
Se dice que la felicidad es encontrar a alguien que sea tan bicho raro como nosotros, no? Buena suerte!
ResponderEliminar^_^
Ayyy, me da la sensación que mi bicho raro está muy escondido, jeje.
EliminarUn saludo.