Joseph Wendel Lown era el Alcalde de San Angelo (Texas, EE.UU.). Tras una legislatura, en 2009 fue elegido de nuevo con un 89% de los votos. Días después, dejó todo y huyo a Mexico. ¿El motivo? Tenía una relación con un hombre de veintitantos años en situación irregular en el país de las barras y estrellas.
Y es que si sumamos que en la conservadora Texas no ayuda mucho el hecho de ser homosexual si quieres optar a un cargo electo a lo perseguido que está el ofrecer alojamiento a un inmigrante no regularizado, no es de extrañar que llevaran la relación en secreto. Forzado a elegir entre su prometedora carrera política y su historia de amor escogió lo segundo. Hizo las maletas y, sin dar ninguna explicación, cruzó la frontera.
Años después, afincados en San Miguel de Allende (Mexico), habló públicamente de su situación con el fin de tomar partido en el debate sobre cambiar las leyes para que las parejas homosexuales posean los mismos derechos que las heterosexuales. Actualmente, si uno de los miembros es extranjero, no es suficiente para poder vivir de manera legal en Estados Unidos, cosa que sí es posible en uniones heterosexuales.
Lo curioso es que, a pesar de ser San Angelo una localidad muy conservadora, la reacción de los vecinos no fue muy agresiva. Era una persona muy apreciada por su trabajo y, al hacerse pública su huida, en lugar de hacer leña del árbol caído desearon lo mejor al huido alcalde. Más aún, los rumores sobre su sexualidad ya venían de años atrás, pero la gente le votaba.
Al final, a poco que la gente tenga un poco de pensamiento crítico, sabe mirar más allá de la orientación sexual de la gente. Es una pena que, por no haber voluntad de cambiar las leyes, al final pierdan todos: el alcalde y los vecinos.
Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Lubbock or leave it - Dixie Chicks.
Que historia tan curiosa, el alcalde pensaba que sus vecinos le iban a rechazar y resulta que no sólo no le rechazaban sino que incluso le comprendían. Me has dejado sin palabras.
ResponderEliminarAbrazotes.
Es lo que tiene el miedo a lo desconocido y al rechazo, pero si la gente empieza a penar un poco por sí mismo y sin prejuicios la cosa mejora.
EliminarUn saludo.
Esta situación pasa muy a menudo en la vida real con la gente que está "en el armario", que cree primero que nadie sabe su gran secreto y segundo se piensa que el día que salga a la luz van ser lapidados publicamente...y luego resulta que hay muchos allegados que intuyen su orientación sexual y además al final la mayoría no reaccionan ni por asomo de la terrible manera en que el ( o ella ) cree que van a reaccionar.
ResponderEliminarDe todos modos esta historia me parece muy bonita, porque el alcalde tomó una elección muy complicada y al final decidió seguir el impulso de su corazón y no lo que en apariencia era más conveniente y a lo que parecían forzarle las circunstancias...¡que romántico!
Parece que esas cosas solo pasan en las películas...
Al final era una persona coherente. Quizás por ese motivo obtuvo tal respaldo en las urnas y esa comprensión cuando huyó a Mexico.
EliminarUn saludo.
Como si fuera una película. Alucinante.
ResponderEliminarA lo mejor hacen un biopic en el futuro. Quién sabe...
EliminarAinsss, pues es bonito, oye.
ResponderEliminarPor la parte amorosa (siempre que hay love story allá que voy), ¿no debería ser algo obvio que una cosa es la vida personal y otra la profesional? A mi electricista no le valoro por cómo es en su vida amorosa (¡igual le va el cuero!)... pero con los personajes públicos, y más si son electos, se nos da muy mal separar esas dos caras de la gente. Si era buen alcalde antes, ¿deja de serlo por tener una relación con un hombre?
Es un tema cultural. En EE.UU. está muy generalizada la opinión de que la vida familiar de un cargo público da muchas pistas de cómo va a desempeñar su papel en el cargo electo.
EliminarAhora bien, lo que ya debería cambiar es el hecho de que es indiferente que la persona con la que se comparte la vida tenga tu mismo sexo o no, y lo cierto es que la respuesta de los vecinos ha sido bastante más positiva de lo que se esperaba.
Un saludo.