En la constante y siempre cargante búsqueda de curro, hice una entrevista para ir a trabajar tres años al extranjero. En un principio la primera entrevista fue mal y no creía que me fuesen a llamar pero me equivoqué: la semana siguiente estaba haciendo la segunda. Salí con mejor sabor de boca que en la primera pero la cosa no culminó. De las dos personas que optábamos al puesto cogieron a la otra. Está claro que no me puedo fiar de mis sensaciones.
Alguna cosilla voy moviendo, pero no se concreta nada (de hecho, creo que ha sido la constante durante todo este tiempo de sequía). Para más inri, el fin de la prestación de desempleo está a la vuelta de la esquina. No es tanto el problema del dinero sino el hecho de que el tiempo se pasa volando y me preocupa este gran intervalo desconectado del mundo laboral.
Una buena manera de paliar esto último es dedicarte a hacer cursos y demás zarandajas. Ya cayó el Advanced de inglés (que me costó grandes sesiones de paciencia) y he empezado con el francés y el alemán. Fuera de los idiomas, estoy a la espera de que me llegue el material del máster que me va a tener ocupado un año entero y han caído unos cuantos cursos de corta duración, aparte de la guitarra.
Otra alternativa para sacar el lado positivo de esto es aprovechar la libertad que me da el no tener que fichar de lunes a viernes y dedicarme a viajar. De hecho, tengo planeados tres salidas de aquí a febrero. En enero me voy a Madrid de visiteo, y además podré ver a un buen amigo que vivía lejos y que, por coincidencia de fechas, estará por allí esos días.
Si paro, pienso. Y eso es malo.
Pseudolalucinación parasitaria de hoy: Pasa la vida - Alejandra Guzmán.
Es lo mejor que puedes hacer, cursos para no oxidarte (y que te vendrán muy bien para cuando te vuelvan a contratar) e intentar no entristecerte, y los viajes me parecen una muy buena solución. Así que pásalo genial en esos viajes venideros.
ResponderEliminarAbrazotes.
No queda otra.
EliminarAhora bien, los cursos cuestan una pasta (de los subvencionados me olvido). No quiero ni pensar cómo lo tienen que pasar los que tienen más gastos fijos que yo.
Un saludo.
vente pa mexico, en chetumal t doy asilo :D y comida y mimos :D jeje. no en serio, de verdad, manten ocupada la cesera es lo mejor opino y ya llgará algo interesante. :D
ResponderEliminarbesos
Qué más quisiera que ir por ahí, jajaja. Ahora mismo me conformo con viajes más cercanos y asequibles.
EliminarUn saludo.
Estar en movimiento y buscar pequeños alicientes para hacerse uno mismo los días más agradables es fundamental ( aunque el alemán, ay lo que me hace sufrir a mi )...Y sobre todo reflexionar en lo que dice Alejandra Guzmán ( jaja ): no hay que obsesionarse con el paso del tiempo ¡pero no perder el concepto de vista tampoco! para tratar de que cada día quede bien aprovechado, porque luego los que pasan de largo no se pueden recuperar.
ResponderEliminarÁnimo, a ver si el 2015 es Tu Año.
¡Buen fin-de!
El alemán es un invento del diablo. Qué horror de idioma, jajaja.
EliminarSobre el paso del tiempo, ahora mismo me siento experto en haberlo perdido pero sí es cierto que todavía tengo bastante margen por delante como para hacer cosas.
Un saludo y feliz 2015 para ti también.
Ainsssssss, el alemán, ese invento del diablo...
ResponderEliminarVaya, mala suerte lo de la entrevista. Otra cosa vendrá. Mientras, haces bien en hacer cursos, etc. y abrir mercado. Pero eso de que pensar es malo.... ¡no! Pensar es necesario y bueno, especialmente si se hace con buena actitud, de forma constructiva (resilience in action!)... Vale, admito que es bueno pararse a pensar, que no es exactamente lo mismo que estar continuamente dándole vueltas a la perola... ¡Mucho ánimo y próspero 2015!
Tengo que aprender qué es eso de la resiliencia.
EliminarGracias por los ánimos y feliz 2015 a ti también.
Ánimo con el alemán. Yo este año descanso, que estaba un poco saturado de ese idioma del diablo...
ResponderEliminarPor ahora no me cansa pero sí, es un horror de idioma.
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