lunes, 1 de diciembre de 2014

1 de diciembre

Supongo que, a estas alturas, todo el que lea estas palabras ya sabrá que hoy es el Dia Mundial de la Lucha conra el SIDA. No creo que ponga nada que no se sepa sobre prevención y no estigmatización de los enfermos, pero sí me gustaría hacer una reflexión a nivel pesonal y me gustaría verlas contrastadas con vuestros comentarios.

Soy de la generación que nació a finales de los 70, poco antes de que la pandemia saltase a la luz. A pesar de que mi infancia la pasé en un pueblo muy pequeño, quien más quien menos veía la tele y sabía que esa enfermedad estaba ahí y no tenía cura. Llegó el instituto a mediados de los 90 y empezaron las campañas de prevención. Campañas que resultaron muy útiles y consiguieron que el nivel de contagios fuese hacia abajo, al menos en los países desarrollados. Sin embargo, estoy percibiendo que desde hace unos quince años esas campañas han desaparecido. Esto, junto con la cronificación de la enfermedad, ha hecho que la gente se haya relajado y haya vuelto a subir el número de contagios. ¿Por que ocurre esto? ¿A quién le puede interesar? ¿A la iglesia, a las compañias farmacéuticas? Yo qué sé...

Al comienzo de la pandemia y fruto de psicosis y desconocimiento, algún oportunista cargado de homofobia la etiquetó como la enfermedad rosa y el castigo divino. Es injusto que se castigue a un colectivo de esa manera, sobre todo hoy que se conocen perfectamente los motivos de la transmisión de la enfermedad. Pero no deja de ser reseñable que, sobre todo, las asociaciones LGBT tienen muy presente dicha enfermedad en sus áreas de trabajo. Eso hace que, desde que admití mi orientación sexual tengo presente que es algo que "va más conmigo" que antes. ¿Debería ser así? Más dudas.

Y ahora viene la conclusión de todo esto: tengo miedo. Miedo a la enfermedad, a cómo podría afectar a mi vida y al rechazo. He leído mucha información al respecto sobre prácticas de riesgo y cómo evitarlas, pero nunca estoy tranquilo del todo porque bien es sabido que la protección total no existe.

Y sobre todo tengo miedo de la persona que no sabe que está contagiada o lo oculta, no de la que se sincera en un ataque de valentía. Esas personas merecen todo mi respeto y cariño, ya que demuestran que me aprecian y me lo ponen más fácil para hablar las cosas y confiar en ellos. Mis miedos no son excusa para condenar al ostracismo a nadie, aunque, ¿sería capaz de vencerlos en el día a día? Pues sería un esfuerzo grande a pesar de todo.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: El fallo positivo - Mecano.


10 comentarios:

  1. Un amigo mío está infectado, le conocí cuando ya tenía la enfermedad pero no me importó primero porque es una persona como otra cualquiera, y segundo porque me lo contó enseguida. Además tiene la carga viral muy muy baja porque se cuida un montón, he estado preguntando en mi trabajo por su carga viral y me han dicho que con esa carga es casi imposible contagiar a nadie. No es que haya pasado nada entre nosotros porque sí que me frena un poco pero ha sido tan honesto y tan sincero siempre que no descarto dejarme llevar. Pero con cuidado, claro.

    Abrazotes.

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    1. Siempre da un poco de reparo el saber que la persona que tienes delante es portadora del virus, pero el hecho de que se sincere contigo dice mucho de él. De hecho, no da más miedo (todo lo contrario) que una persona de la que desconoces muchas cosas.

      Un saludo.

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  2. Me gusta mucho la canción de "El fallo positivo", y que en su momento un grupo que estaba tan en el "candelero" como Mecano dedicase un tema a un asunto así era una de las mejores campañas que se podían hacer sobre esta cuestión.
    ¿Porqué la gente se relaja?...pues yo creo que es un caso de sobre-exposición a un estímulo, que sea este bueno o malo al final termina por perder su efecto. Al principio todo el mundo estaba aterrado y muy concienciado ( eso creo porque entonces yo todavía no "ejercía" por decirlo fino ), después la gente se acostumbra a vivir con ello, confían en la suerte -"¿porqué me va a tocar a mi?"-, en lo que van consiguiendo los avances médicos...no sé, es mucho tiempo conviviendo con el problema y la gente baja las defensas, es así, no creo que haya complot ni eclesiástico ni farmacéutico.
    ¿Que desde el momento que asumes tu orientación sexual sientes que te preocupas más por el tema?...pues es normal, porque entras a formar parte de los "grupos de riesgo"...
    ¿Que tengas miedo?...pues también es normal, ¡pero hombre!: en esta vida en realidad no tienes nada asegurado: por muy sana que sea la vida que lleves no estás libre de poder desarrollarpor ejemplo un cáncer, ni por mucho que atiendas a las reglas de circulación estás exento de la posibilidad de verte envuelto en un accidente de tráfico de consecuencias fatales. Sabes que unos hábitos saludables y conducir con precaución reducen la probabilidad de que te ocurra algo malo pero la realidad es que no vas a dejar de conducir ni a encerrarte en una burbuja para intentar reducir esos riesgos a cero. La responsabilidad en tus actos y la prudencia siempre tienen que estar presentes pero no puedes apearte de la vida y dejarla pasar de largo por miedo a lo que pueda pasar. No sé si me expliqué con tanto rollo, jeje.
    Disfruta al máximo de tu tiempo y no lo dejes escapar, porque igual de irremediable que una mala enfermedad es el paso del tiempo. Los días perdidos no vuelven más y la ciencia todavía no ha encontrado cura para recuperar una vida malgastada.

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    1. Te has explicadpo perfectamente ;-)
      Estaba dudando entre esta canción y otra, pero la segunda ya tendrá sus 15 minutos de gloria más adelante.
      Al final, parece que pasamos de un extremo al otro, de la psicosis a la despreocupación total y, a veces, los extremos no son buenos.
      Por otro lado, es cierto que problemas de salud se pueden desarrollar de muchísimas maneras. Sin embargo, el estigma de una ETS no la tienen otras. Igual es un aspecto más de concienciación, aparte de la precaución, por supuesto.
      Un saludo.

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  3. esa cancion me hace llorar, snif..y lo otro tambien....

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    1. Vaya, no era mi intención hacer sentir mal a nadie con esto, lo siento.
      Sé que es un tema delicado de tocar, pero tenía ganas de expresar mis impresiones al respecto.Tampoco hay que tenerlas como un dogma, en parte están hechas desde el desconocimiento y hoy puedo estar pensando una cosa y mañana otra.
      Un saludo.

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  4. Miedo... no sé. Precaución, sí, claro. En mi opinión, nadie está libre del SIDA. Obvio, si tienes una relacion desde hace chorrocientos años con alguien y las dos partes sois fieles, la probabilidad baja muuuuuuucho. Si estás todo el día dándolo todo con lo primero que se deja y sin tomar ninguna precaución, lo raro es lo que no cojas...

    Que un portador del VIH te lo diga enseguida, no sólo es de agradecer, sino un motivo de tranquilidad, porque y a sabes a qué atenerte, sí o sí. Y desde luego, hay dos cosillas que hay que tener en cuenta:
    1. La persona que hay detrás, no deja de ser una persona como tal. Puede ser interesante, majo o un lerdo profundo. No hay que confundirse. Ni dejarse llevar en exclusiva por la compasión.
    2. La persona con VIH sigue siendo eso, un persona. Con una enfermedad (al menos por ahora) sin cura. Como hay otras. Y con la que se tiene que aprender a convivir. Por ejemplo, una persona con VIH con carga viral casi nula, tratándose, puede tener la misma calidad de vida que una persona sin VIH. Con una espada de Damocles encima, sí, pero igual que los ex-cancer con sus revisiones, los celíacos, los epilépticos, algunos diabéticos...

    ¡Información y precaución, siempre!

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    1. Completamente de acuerdo.

      Me resulta muy curioso como algunas personas corren muchos riesgos con desconocidos, pero luego huyen en cuanto alguien les confiesa que es seropositivo. A mí me da más miedo el que no sabe o se lo calla que el que te lo confiesa. Ya sólo eso indica que, por lo menos, un poco de consideración tiene hacia ti.

      Un saludo.

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  5. No hay que tener miedo a la enfermedad, pero sí respeto. Quiero decir, que no por que ella exista vas a dejar de hacer tu vida, pero siempre con mucha cabeza.

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    1. Ahí está la clave: respeto pero no miedo. De todas maneras, el miedo no es algo racional y a veces cuesta dominarlo.

      Un saludo.

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