martes, 2 de septiembre de 2014

Tiempo perdido

En el post anterior comentaba que vivo en un pueblo, pero no siempre ha sido así. De hecho estuve unos años afincado en Madrid y una temporada en diferentes países. Es decir, tengo una cierta perspectiva de las cosas y amplitud de miras.

Esto hace todavía más absurdo el hecho de no haber asumido mi orientación mucho antes. La homosexualidad no es nada nuevo en mi vida, quizás lo fuese hace quince años pero no ahora. Entre otras muchas situaciones, tuve un compañero de piso que me reveló su orientación sexual justo antes de irme a vivir con él. Hubiese sido una gran oportunidad de abrirme pero el miedo me paralizaba.

Miedo, he ahí la palabra. El miedo me prohibía pensar, me prohibía actuar. Siempre había cosas más importantes en las que proyectar mis energías. No fue hasta una mala racha en lo profesional cuando paré y empecé a reflexionar lo que fue mi vida. Entonces toda esa coraza saltó por los aires.

Ahora me encuentro enfrentándome a un mundo desconocido para mí, donde el miedo se ha reinventado pero sigue ahí, mezclándose con una cierta soledad y estancamiento. No paro de pensar que si hubiese actuado en su día igual las cosas no serían tan difíciles ahora. ¿O quizás sí?

Porque la madurez que tengo ahora no la teía entonces. Porque igual a mi familia y amigos les hubiese sido más difícil encajarlo entonces que ahora. Y, sobre todo, porque me siento orgulloso de otras cosas conseguidas en las que focalizaba mi energía y no me dejaban pensar. Al fin y al cabo, nadie más que yo ha sufrido las consecuencias. Quizás mi vida hubiese sido distinta pero... ¿Mejor? Quién sabe.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Hombre de papel - Chafino.



8 comentarios:

  1. Hola gracias por la visita a mi blog , aqui andamos de nuevo, visitandole. Primero, que cuioso nombre el del pulpo en el garaje, no entiendo muy bien, pero suena cool...o a paul jajaj.
    El miedo como lo jode todo, junto al orgullo. no importa que tanta experiencia se tenga en el mundo, a lo referente de uno mismo siempre estamos en constante aprendizaje. Como todo es un proceso, leeento.
    y bueh, aqui seguimos
    te mando saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Tigretón.

      El nombre viene de la expresión "Estar más perdido que un pulpo en el garaje". Se utiliza cuando una persona está desorientada y no sabe qué rumbo seguir. Muy cool no sé si es pero me pareció lo más adecuado, jeje.

      Pues sí, nadie dijo que fuera rápido, pero un poco cansino sí que es.

      Un saludo.

      Eliminar
  2. Siempre he tenido mucho carácter (a veces demasiado) así que en mi caso me ha dado siempre igual lo que tuvieran que decir de mí. Pero curiosamente donde menos palos me he llevado es precisamente en mi opción sexual.

    Abrazotes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo puedo decir lo mismo. En cosas más banales me ha tocado batallar y dar más explicaciones. Pero no estoy seguro que hace quince años hubiese sido tan fácil como ahora.

      Un saludo.

      Eliminar
  3. Es cierto, ahora parece que la homosexualidad es más visible y ya no da tanto reparo... aunque claro, según dónde te muevas. Hace 15 años habría sido diferente, y sobre todo porque no te sentías preparado. Los miedos de cada uno se vencen cuando se puede.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aún sigue dando reparo, pero es cierto que las cosas ya no son lo que eran, especialmente en este pueblo, aunque aún sigo preguntándome si la gente me seguirá viendo de la misma manera una vez fuera del armario.

      Un saludo.

      Eliminar
  4. Neno, lo importante es cómo te veas tú.

    ¿Has cambiado en algo? Quien te apreciase, sería por algo, ¿ese algo ha cambiado? Que te valorase, sería por alguna cualidad tuya, ¿la has perdido?

    Miedo, ¿a quién? Sólo podría ser a quien no te conociese o valorase. Nadie digno de tener miedo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las cualidades siempre han estado ahí, y eso ha sido positivo de cara a cómo me muestro ahora hacia los demás.

      Es más duro el hecho de haberme engañado a mí mismo durante tanto tiempo, más quizás que lo que he hecho o he dejado de hacer en mi vida. También ha sido duro que, como bien puntualizas, he tenido miedo a algo que realmente no ha sido tan relevante como para temerlo.

      Un saludo.

      Eliminar